Kintsugi, cicatrices que se convierten en arte

Coincidiendo con el día mundial del reciclaje, ¿sabías que cada persona puede llegar a generar aproximadamente dos kilos de basura cada día? Y aunque es cierto que los españoles estamos más familiarizados con la importancia y los beneficios del reciclaje, llegando a reciclar casi 1,5 millones de toneladas de envases domésticos en el año 2020 según ecoembes; aunque todavía nos falta mucho por hacer.

Cada vez aumenta más la conciencia sobre la importancia y los beneficios de reciclar. Esta importancia aporta beneficios sobre el medio ambiente y la salud pública, entre los cuales destacan el ahorro de energía, el ahorro de recursos humanos y la disminución de la contaminación.

Siguiendo las tradiciones y filosofía de nuestra cultura japonesa, hoy te presentamos el Kintsugi. Este es un método que surgió hace cinco siglos en el lejano Oriente y se trata de una técnica artesanal que tiene su base en la reparación de cuencos de cerámica rotos.

 

 Artesanía y tradición japonesa

El propietario del cuenco, Ashikaga Yoshimasa, para quien este objeto era esencial, lo mandó a China para que fuera arreglado. No contento con el resultado, decidió recurrir a artesanos, quienes consiguieron dar con la solución que él deseaba: unieron las piezas mediante un barniz espolvoreado de oro, que consiguió que la cerámica recuperara su forma original. Aunque las cicatrices doradas transformaron su estética mostrando el desgaste que el tiempo obra sobre las cosas físicas.

 

Kintsugi, arte japonés

 

En lugar de disimular las líneas de la rotura, las piezas muestran las heridas de su pasado, a través de las que adquieren una nueva vida: volviéndose únicas y ganando belleza. Algunos objetos tratados con el método Kintsugi han llegado a ser más preciados que antes de romperse. Esta técnica se ha convertido en una potente metáfora de la importancia de la resistencia y del amor propio frente a las adversidades.

 

Los humanos aspiramos de manera constante a esconder nuestra naturaleza frágil bajo la máscara de éxito. Ocultamos los defectos, aunque desde que nacemos nos recorre alguna imperfección.

 

En el Kintsugi, el paso de secado es determinante, puede tardar semanas pero es lo que garantiza su cohesión y durabilidad. Por este motivo, la paciencia es clave. Según Kafka, “hay que dejarse llevar y entregarse, pero al mismo tiempo, se debe tener paciencia y conservar la calma”.

 

Este proceso nos enseña que debemos valorar lo que se rompe en nosotros, apreciándonos como somos: rotos y nuevos, únicos y en permanente cambio.

FUENTE: EL PAÍS 

técnica del kintsugi

Como parte de esa herencia, en Hitachi Cooling & Heating trabajamos cada día para desarrollar soluciones sostenibles que respeten el medio ambiente y nuestra salud. Nuestro compromiso con la sostenibilidad es íntegro; ningún residuo va al vertedero: el 100% de los productos generados en fábrica se reciclan o valorizan. De esta manera, nuestra fábrica no desperdicia los residuos y contribuye a la sostenibilidad del medio ambiente.

 

El respeto por este medio es una de nuestras prioridades, por ello nuestros equipos cuentan con el Certificado ISO 45001 y el Certificado Zero Waste, que avala una reducción progresiva del consumo de energía y agua.

 

Además, para ayudarte con tu compromiso con el medio ambiente, muchos de nuestros equipos destacan por necesitar una menor cantidad de refrigerante para su funcionamiento, realizando así una contribución positiva a la naturaleza y a la sociedad.

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