Claves para mejorar la calidad del aire interior en tu negocio

Velar por la calidad del aire interior en una oficina no es algo sin importancia o que no merezca atención. Pero en ocasiones, se tiende a no darle importancia a este factor. Y es que los síntomas que presentan los trabajadores afectados por una mala calidad del aire en un edificio de oficinas no suelen revestir gravedad, pues se manifiestan en una sensación de falta de confort general. Sin embargo, está demostrado que puede afectar al empleado tanto a nivel físico como mental, provocándole estrés, cansancio y, por ende, una menor productividad y rendimiento laboral.

La principal razón son los contaminantes que, presentes en el aire ambiente, entran en el organismo mediante inhalación y producen no solo problemas respiratorios, también irritación de garganta y bronquios, dolores de cabeza, mareos, irritación de ojos, nauseas, piel seca… y un largo etcétera.

 

Síndrome del Edificio Enfermo

Se suele establecer que, cuando esta sintomatología afecta a más del 20% de los trabajadores del edificio, éste padece el “Síndrome del Edificio Enfermo”. Y, efectivamente, la causa más importante es la contaminación del aire interior.

Normalmente se da en edificaciones herméticas que cuentan con sistemas cerrados de ventilación, suelos con moqueta o ventanas que no se abren, evitando la ventilación natural. En estos casos, el aire recircula una y otra vez a través de conductos, lo que produce que se cargue de partículas nocivas para la salud de los trabajadores que pasan allí varias horas cada día.

 

Consejos para lograr la calidad del aire idónea

La calidad del aire en el interior de un edificio depende por lo tanto de una serie de factores entre los que se incluyen: la calidad del aire exterior, el diseño del sistema del aire acondicionado o la presencia de fuentes contaminantes.

Te damos algunos consejos para conseguir que el aire esté lo más limpio posible:

·         Ventilación natural: abrir ventanas y ventilar al menos 15 minutos todos los días, aunque es preferible que, si hay muchas personas trabajando, se repita más veces.

·         Limpieza: mantener las estancias limpias es básico. Eliminar el polvo, utilizar un aspirador con filtros desechables o usar mopas de microfibra, entre las claves para conseguirlo.

·         Evitar los ambientadores

·         Mantener los niveles de humedad controlados. Una humedad por encima de lo recomendable favorece la aparición de los ácaros y del moho, fuente de problemas de salud.  

·         No bloquear las rejillas de ventilación

·         Establecer controles periódicos del funcionamiento del sistema de aire acondicionado

Además de estas recomendaciones, si lo que deseas es automatizar el proceso al máximo, despreocuparte y asegurarte de que la calidad del aire será siempre la mejor, existen sistemas renovadores.

Estos equipos garantizan una renovación constante, reduciendo además los niveles de contaminación y CO2 mediante la inyección de aire limpio del exterior y la extracción del aire viciado del interior. Toda una garantía para los trabajadores.

by Hitachi Cooling & Heating